¿Con qué sensaciones vuelves de Saint Dizier?

Las sensaciones de Sant Dizier no fueron las mejores, era la primera competición y con la suma de las muchas horas de viaje se hizo difícil competir al mejor nivel.

 ¿Cómo se desarrolló tú actuación en las pruebas donde participasteis? ¿Satisfecho?

Hubo un poco de todo, en algunas me salió lo que esperaba más o menos y en otras algo peor. En los 50 libre estuve donde más o menos pensaba que estaría, en los 50 mariposa tuve algunos fallos técnicos en el volteo a causa de resbalarme con las manos, en los 100 libre algo regular y luego el 200 fue muy duro, el último día. Viendo que me iba a costarse pensé en salir fuerte para ver hasta donde llegaba y ver en qué punto físico estaba.

 ¿Qué sensación tiene el nadador al competir con deportistas que muchas veces solo se ven en la tele?

La verdad que en la piscina suelo ir mucho a lo mío pero a la hora de nadar les veo como otro nadador más, un rival al cual tengo que intentar acercarme lo más posible, aunque me saque un mundo. Pero luego si que fuera del agua cuando pasas por al lado si que te fijas y piensas que estás compitiendo al lado de lo mejorcito que hay en la natación.

 Comienzas a ser uno de los fijos en la convocatoria de la RFEN…

Eso parece, después de haber dejado la Blume a mitad de temporada del año pasado pensaba que sería algo que me costaría conseguir. Que no me tendrían tanto en cuenta a la hora de la selección para las competiciones.

 ¿Qué metas tienes este año con el Bidasoa XXI?

Las metas de este año yo creo que son las que tengo siempre, el mejorar y luego ver de cuánto es esa mejora. Con ello luego veremos si conseguimos las marcas que exigen para el europeo. Y luego en los campeonatos estatales conseguir la mayor puntuación para el equipo.

 ¿Se percibe un salto cualitativo de la natación vaca? ¿Hay relevo generacional desde tu punto de vista?

Algo hay, poco a poco van saliendo jóvenes que apuntan a estar arriba, siempre que no se descentren, tengan las ideas claras y estén motivados.