Estás a punto de embarcarte en tus primeros Juegos Olímpicos. ¿Cómo te sientes?

La verdad que es una sensación de superación, viendo como me ha ido el año y lo difícil que ha sido. Ha habido momentos muy malos en los que decidí tirar la toalla. Pero con la ayuda de amigos y familia, y con esfuerzo he seguido adelante hasta que no hubiera ninguna opción de poder ir. Al final, con suerte, pero conseguí la plaza. Es un poco como estar orgulloso del trabajo que hemos hecho, aunque no haya salido todo lo bien que hubiera querido. Ahora a disfrutar de la experiencia.

La presión que lleváis en cuanto a resultados en la prueba de relevos es mínima. ¿Deja más margen para sorprender con un mejor tiempo?

La verdad que la única presión es con nosotros mismos y por esa parte es más fácil. Pero hay que tener en cuenta muchos factores. Anímicos, físicos, la presión solo de verse allí…habrá que adaptarse lo mejor posible y dar todo lo que hay en ese momento.

Tu presencia en Río es de algún modo una victoria no sólo personal, sino también de tu club y de toda la natación vasca. ¿No crees?

Tod@s tenemos influencia de todo lo que hemos vivido en nuestra vida. La mayoría de mi vida, deportivamente también, ha sido en Euskal Herria y los primeros pasos a todos los niveles los di en casa. Así que aunque esta claro que en Madrid he crecido mucho, todo lo que he aprendido también viene de los clubes en los que he estado(Urbat, Bardulia, Bidasoa) y en las competiciones que he participado en casa o en Euskal Herria. Claro que todo ayuda, y el que yo este en Rio es gracias a todas estas experencias.

En ese sentido, ¿cómo ves la natación en Euskal Herria? ¿Hay relevo?

En Euskal Herria siempre ha pasado parecido. Hay mucho nivel y se ven cosas bonitas a edades tempranas, pero cuando llega el momento de dar el paso a absolutos y tener que meter mas horas de entrenamiento compaginando con los estudios por ejemplo, no hay continuidad. Da pena porque esta claro que siguiendo con el mismo esfuerzo o un poco mas cada vez se pueden conseguir cosas bonitas, pero hay que hacer sacrificios. Hay que poner en la balanza lo que realmente se quiere y ver si compensa el esfuerzo, pero no rendirse a la primera de cambio. ¿ si hay relevo? Con esta pregunta me viene a la cabeza Oskitz. Trabaja muy bien y no tiene miedo a nada, hace sacrificios y sabe lo que quiere, así mismo esta consiguiendo lo que esta consiguiendo. Un ejemplo a tener en cuenta. Gracias a él también hemos conseguido nosotros lo que hemos conseguido. Les animo tanto a él como a l@s demás a seguir a tope hacia donde quieren.

¿Qué mensaje darías a las jóvenes promesas vascas de la natación para que un día puedan llegar a cumplir sus sueños?

El mensaje que les daría es ese; que no dejen de trabajar para conseguir lo que quieren a la mínima que les quite mas tiempo o les requiera algo mas de esfuerzo. Si de verdad es lo que les motiva, que salgan de esa «zona de confort» y se «sacrifiquen» un poco para llevar adelante tanto estudios como deporte. El sacrificio lo pongo entre comillas, porque aunque es verdad que dejas cosas de lado, también recibes otras muchas.